¿Qué queremos? Ser felices... Seamos felices, no tenemos que esperar a tener una vida perfecta. Dejemos de lamentarnos por lo que nos falta, abandonemos el victimismo, las quejas constantes, las culpas, la desvalorización de nosotros mismos y la autoflagelación.
Ser feliz no es tener un cielo sin tinieblas y abismos, un camino sin contratiempos e infortunios, un trabajo sin tropelías, tretas y demás eventualidades y peculiaridades, ni una relacion sin infortunios, decepciones y deslealtades.
La realidad es que hemos sido incapaces de encontrar la felicidad en nosotros mismos, y por eso la buscamos desesperadamente, pero nuestra felicidad no debe depender de otras personas, ni de lo económico, ni de lo material, no nos vayamos por espejismos que suplen de forma errónea vacíos interiores y carencias emocionales.
Si no somos felices con lo que tenemos, tampoco lo seremos con lo que nos hace falta, o con lo que creemos que nos hace falta y por consiguiente difícilmente lo seremos cuando lo consigamos. Ya que aquello que deseamos son complementos que nos llegan desde el exterior, que sí nos aportarán un ápice de alegría, pero que solamente durará unas horas o unos días o quizá algunas semanas… pero después volveremos a nuestro estado normal. Es por eso que si no somos felices ahora mismo, no lo seremos con lo que pueda llegar.
No nos amarguémoos, ni seamos infelices o malhumorados por lo que no poseemos. Sólo tenemos una vida y vale la pena vivirla, a pesar de todos los reveses, timos, ingratitudes, incomprensiones y periodos de crisis. Así que, seamos felices con lo que somos y lo que tenemos, vivamos con agradecimiento, entusiasmo y pasión.
La felicidad externa es efímera, solo son momentos fugaces y superfluos de regocijo. Mientras que la felicidad interior no depende de las circunstancias, porque es una filosofía de vida, por lo tanto, no es una mera sensación placentera, una emoción fugaz o un estado de ánimo momentáneo, lo que sí es, es un estado interno de paz, de serenidad y tranquilidad, es un estado de fluidez mental, de aceptación, de vivir el momento presente, es asumir una visión alegre, optimista y positiva día a día, es tener un sistema de valores muy bien delineado y ejecutado, es amarnos de forma incondicional, es gozar de los pequeños placeres que se nos van presentando y es saber apreciar lo que poseemos.
Por: Gerardo Guerrero
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