Una mujer exitosa, insumisa, independiente, ingobernable e inteligente, es todo aquello que un hombre tímido, indeciso, medroso, inestable y vacilante, no quiere tener en su vida.
Un hombre inseguro, fútil y anodino, puede que aspire a tener una mujer segura de sí misma, pero después, se molestará en cuanto no la pueda gobernar, porque en realidad quiere a su lado a una mujer manipulable, sumisa y abnegada, que no tenga ni opinión ni decisión alguna, y que pueda hacer y deshacer de la voluntad de ella.
Cómo mujer impetuosa, decidida, perseverante, emprendedora, y valiente que eres, seguramente te han mencionado que eres agresiva, engreída, soberbia y manipuladora, pero si fueras un hombre con las mismas características mencionadas al comienzo de este párrafo, serias un gran partido.
Hermosa la mujer que alza la voz, porque sabe que lo que está expresando tiene mucho sentido y valor. La mujer que sin temor expone lo que piensa, que defiende y argumenta su manera de sentir, razonar y proceder, que impone su carácter y voluntad con conocimiento, inteligencia y sabiduría, antes de ser la mujer abnegada que guarda silencio y soporta todo.
Hermosa la mujer que no está en busca de un hombre que la sustente, la proteja o la salve como si se tratara de una damisela en peligro, y no lo requiere porque no necesita de nadie para ser feliz, ni para sentirse plena y satisfecha; ella lo que quiere es a alguien que esté a su lado y con quien pueda desarrollarse a la par, con quien tenga una visión y proyección de la vida semejante, mas no igual, para que cada quien respete su individualidad, quiere a alguien con quien pueda crear algo como pareja.
Hermosa la mujer que no normaliza el lenguaje del desprecio, de la falta de cortesía, respeto y caballerosidad, de las indiferencias y humillaciones, de la violencia y el abuso.
Hermosa la mujer de carácter fuerte pero sin ser autoritaria ni impositiva, esa mujer de corazón noble, solidario, leal y bueno, esa mujer valiente, que ha sabido sanar las heridas de las disoluciones, injusticias, traiciones y desamores.
Hermosa la mujer con metas y objetivos, que toma sus propias decisiones y no necesita de la aprobación de otros; esa mujer que no dejará de ser como es, ni sacrificará su autoestima, ni modificará su personalidad, ni pretenderá ser alguien que no es, por temor a la soledad.
Hermosa la mujer que es un poco loca, dramática y explosiva, porque a la vez es espontánea, ocurrente y divertida, y por si esto fuera poco, también es detallista, cariñosa y pasional.
Hermosa la mujer, que no se quiebra, que en lugar de ser frágil es resiliente, férrea y tenaz, que se limpia las lagrimas y sigue adelante tomando las riendas de su vida, capaz de lograr todo lo que se proponga y de superar cualquier obstáculo. Esa mujer que se sabe y se sientes hermosa por dentro y por fuera.
Hermosa la mujer que no necesita de nadie para sobresalir y ser exitosa, y que por ende, no se conforma con ser casi feliz, ni con aceptar un amor a medias, quiere a un hombre que él sea todo para ella y ella todo para él, sin tener que buscar a nadie más. Y si no es así, ese hombre se puede marchar.
Hermosa la mujer que cuando llega a un lugar, su presencia no pasa inadvertida, y que cuando se marcha, su ausencia se percibe y se lamenta.
Hermosa la mujer que posee su propio brillo, que siempre va sonriente como si nunca le doliera el alma, y que por lo mismo, nadie ni nada puede borrar su hermosa sonrisa.
Hermosa la mujer que es un ejemplo de vida, esa mujer que día a día se esmera y esfuerza para lograr sus objetivos, a pesar de que le estén costando más de lo que imaginaba y concebía, pero persevera, no se rinde, ella sabe que lo va a lograr, aunque le cueste un poco más de lo que esperaba.
Hermosa la mujer que se siente y se sabe realizada, plena, triunfante y feliz.
Por: Gerardo Guerrero
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